Esos ojos siniestros aun
siguen ahí
esperando que baje la
guardia o que el sueño me tome.
Entrara en mi cuerpo
dándome las más horribles pesadillas
mutilando la conciencia de
aquel que fui.
La garra afilada destroza
mi espalda
Mientras el placer hace
olvidar su terrible finalidad;
matar el último vestigio
de humanidad y
la última gota de amor
que sentía por ti.
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